



Buscando fotos por internet, ví ayer, fotos de obreros de la construcción haciendo su asadito del mediodía. Y los recuerdos volvieron...
Eramos muy chicos, apenas 3 , 4 , 5 años y nuestras madres nos llevaban todos los días a la Plaza de los Dos Congresos .Jugábamos en el arenero,tomábamos agua del bebedero, corríamos , etc. Al llegar el mediodía las 3 madres desandaban el camino con nosotros, sus hijos: Luisito ( mi compañero del mismo piso de la calle San José ) Margarita y otra chica con su hermanito , que no recuerdo sus nombres.
Al cruzar Hipólito Irigoyen corríamos una carrera para ver quien llegaba primero a la obra de mitad de cuadra.Nos parábamos y nos quedábamos mirando esperando...
Los obreros preparaban su asado y al ver nuestras miradas de muertos de hambre, cortaban rebanadas de pan crujiente a la que arrimaban un trocito de churrasquito o la punta de un asado.
Creo que ni les dábamos las gracias...salíamos corriendo hasta la esquina, donde esperábamos saboreando ese manjar tan simple y tan maravilloso.
Nuestras madres venían charlando entre ellas.Se darían cuenta de lo que eso significaba para nosotros?, creo que no.
Y así como nosotros estábamos encantados con ese pedacito de pan y de carne, miles de argentinos, por todo el país, huelen a diario ese olorcito que viene de parrillas humildes, de restaurantes caros , de casas de familia. Diríamos que es el olor de la comida argentina.
Lo increíble para el extranjero ( que tiene una carne cara en general) es esa posibilidad que tenemos nosotros de disfrutarla tan fácilmente. Por eso, cada mediodía ese ritual, con crisis o sin ella, se repite en todas las construcciones del país.Pueden variar los trozos, pero la esencia permanece.
Estas fotos sacadas de Flickr son de distintos lugares del país...no me digan que no sienten el olorcito ? snif...snif...