sábado, 22 de marzo de 2008
Parole...parole....
La escalera era increíblemente alta y larga...parecía no acabar. Pero sabía que al dar su vuelta , venía lo mejor...era el abrazo tan poderoso del tío Augusto que me esperaba en lo alto.Y así, este tío abuelo, el mayor de tantos ,nos esperaba cada vez que íbamos o volvíamos de Cordoba.
La escalera tan recordada era la de su pensión en la capital de esa provincia allá por fines de los 40 y principios de los 50.Era la de un primer piso en una antigua casona de principios del siglo XX, y era la que llevaba a la felicidad.
Felicidad que, para una nena de 5---7 años era ese abrazo que esperaba todo el viaje desde Buenos Aires, de pensar en como nos recibiría..de sus charlas con mis viejos..en fin, también en lo que nos prepararía al minuto, siempre tan rico !.
Recuerdo ese comedor con varias mesas,donde se sentaban los pensionistas y nosotros en la mesa mas grande. De la heladera de madera con tantas puertas..de la sorpresa que sacaría de su interior.
Parecen pavadas, pero ...porque no se olvidan?
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1 comentario:
Y veíamos a traves de la puerta abierta..el patio, al cual daban algunas habitaciones...
Y allá en el fondo esa cocina que me parecía tan grande y oscura, tan poco iluminada.., donde en grande y vieja cocina a leña, la Tia Maruja, alma mater de aquella pensión,desgastaba los dias de su vida...
A un costado la escalera que llevaba a la viejísima terraza..ondeando al sol,banderas conquistadas, manteles y sábanas..
El tío Augusto,duro por fuera, almibar por dentro...capaz de cederle su lugar en el omnibus, viajando sentadito a su lado en un banquito sin respaldo, a esa pequeña que se llevaba, enferma, de Bs. A. hacia el sol y la luz...
Y esa nena vivió momentos inolvidables con sus tíos y prima... esa nena no quería volver..esa nena..sentía la protección del amor.
Gracias Tio Augusto, gracias Tia Maruja...esa nena..hoy devenida en señora mayor ( JAMAS VIEJA) los tiene en un pedacito de su corazon y recuerdo.
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